Tesoros de Villena (2ª parte)

EL ÁGUILA PERDICERA

Águila perdicera (Aquila fasciata) – Fotografía M.A. Berbegal Vázquez

Otro de los tesoros que tenemos en Villena es el Águila perdicera (Aquila fasciata). De entre nuestras águilas es la más ágil, lo que le permite cazar todo tipo de aves de tamaño medio. Asociada a los ambientes mediterráneos, sus poblaciones más importantes están en nuestras sierras de Levante y en el occidente español.

Los territorios de reproducción se localizan en sierras, relieves alomados o llanuras, siempre y cuando existan cortados rocosos de dimensiones variables para criar. Su alimentación se basa en mamíferos y aves de tamaño medio y también, aunque en menor medida, de reptiles; el lagarto ocelado puede ser una presa sustitutiva importante si las capturas principales escasean. En la época reproductora el conejo desempeña un papel fundamental en su dieta.

Las áreas de cría se localizan en la periferia de macizos montañosos y sierras. El nido puede ubicarse desde más de 100 metros de altura en acantilados de grandes macizos, hasta a pocos metros del suelo en pequeñas sierras. Se trata de una pila de ramas que puede alcanzar 180 centímetros de diámetro y otros tantos de altura, tapizada por una fina capa de hierbas; de su construcción se encarga la hembra con los aportes del macho, y su elaboración se extiende durante tres o cuatro meses. La puesta consta normalmente de dos huevos. La incubación de la que se ocupan los dos miembros de la pareja, aunque
con mayor dedicación por parte de la hembra se prolonga durante 37-40 días.

Los pollos son cuidados por ambos padres y se alimentan por sí solos a partir de los 45-50 días. A los
60-65 días, su plumaje se ha desarrollado completamente, y vuelan en pocos días después, aunque aún permanecen otros tres meses con los padres, tras lo cual se dispersan.

Amenazas y conservación

La principal amenaza para la especie reside en un alto índice de mortalidad adulta derivada de la
persecución directa (disparos, trampas o venenos en cotos de caza menor) y de la electrocución y colisión con tendidos eléctricos. Además se ve considerablemente afectada por la transformación del hábitat y las molestias humanas en áreas de cría. También se ha citado la competencia con otras especies como el águila real por los lugares de nidificación.

Está incluida en el Libro Rojo de las aves de España en la categoría de “En peligro” y aparece como
“Vulnerable” en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

Fuente SEO

 En la comarca del Alto Vinalopó, su seguimiento ha sido realizado por los Agentes Medioambientales,
por personal del Centro de Recuperación de Fauna “Santa Faz” y por el Equipo de Seguimiento de Fauna Salvaje. 

Según el último estudio realizado en el año 2018 se estiman dos parejas para la comarca. Debido a la situación de amenaza en la que se encuentra la especie, unido a la alta tasa de sustituciones por motivos desconocidos de los componentes de sendas parejas de águila perdicera de nuestra comarca, se consideró necesario realizar un seguimiento individualizado mediante el marcaje de una de las parejas reproductoras. Para ello, en mayo de 2018 se equipó a dos ejemplares con transmisores gps para el estudio y seguimiento de sus movimientos en el territorio e investigar las posibles causas de la pérdida reiterada de los ejemplares de esta emblemática especie. 

Miguel Ángel Berbegal Vázquez