El Ayto. de Villena destruye un espacio de alto valor ecológico en la Zona de Especial Protección para las Aves de los Alhorines

El pasado mes de diciembre finalizaban los trabajos de remodelación de caminos en la Encina y Alhorines. Concretamente, la actuación del camino viejo de la Font de la Figuera, antiguo y estrecho camino de paso localizado en el valle de los Alhorines, afectó a un tramo donde existe un afloramiento de aguas en superficie creando un ecosistema único con abundante vegetación hidrófita adaptada a ambientes acuáticos, un ecosistema protegido por la Directiva Habitats. La singularidad del espacio era de real importancia, pues se trataba del único lugar del Alto Vinalopó donde había nidificado el aguilucho lagunero, rapaz catalogada como En Peligro de Extinción en el Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazadas y en el Anexo I de la Directiva Aves. Además, el área es de vital importancia para la población de cernícalo primilla del valle por ser una de las principales zonas de alimentación y campeo de la especie. También aparecen otras especies animales protegidas tales como el gallipato, y vegetales singulares y raros dentro del territorio valenciano como el plantago marítimo.

No ha sido hasta esta primavera, con el inicio del seguimiento de aves de la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y la primera visita a este área cuando descubrimos atónitos la destrucción de este enclave ubicado en un espacio teóricamente protegido. El 29 de diciembre el espacio de comunicación del sitio web del M.I. Ayuntamiento de Villena daba cuenta de una intervención en los caminos dentro de este área: «Villena culmina la reparación de los caminos de La Encina y Alhorines afectados por la DANA de 2019». El artículo no hace mención a que el espacio de esta actuación se daba dentro de una ZEPA y refleja el grave desconocimiento de las restricciones y condicinamientos que esta catalogación impone.

Aguilucho Lagunero, ejemplar similar al presente en la ZEPA «Els Alforins»

La actuación, subvencionada por la Generalitat Valenciana, consistió en la ampliación y sobredimensión de dicho camino para ser convertido en una pista adecuada para el paso de vehículos, trabajos que deberían haber sido aprobados previamente y supervisados por la Red Natura 2000 y la Dirección Territorial de Medio Natural para evitar o minimizar los daños al ecosistema.

La conselleria ha realizado el seguimiento del aguilucho lagunero con el personal de sus propios centros de recuperación de fauna, de parques naturales, de agentes medioambientales y de SEO-BirdLife, pero nuevamente parece haber olvidado la protección de los espacios donde habita.